PEKK: Material con alto rendimiento en el sector industrial

PEKK: Material con alto rendimiento en el sector industrial

Hoy hablaremos del Polieterquetoncetona, un material muy conocido por las siglas PEKK. Podemos definirlo como termoplástico semicristalino, ampliamento utilizado dentro del sector de la fabricación aditiva. Normalmente es comparado con el PEEK, otro material que forma parte de su mismo grupo, la familia PAEK, quien es reconocida por sus características químicas y mecánicas.

El PEKK ofrece mayor facilidad a la hora de imprimir que su familiar cercano el PEEK. Esto se debe principalmente al menor porcentaje de cristalización. Por esto se precenta principalmente como filamento compatibles a las impresoras de temperaturas altas. Otra forma de encontrarlo es en polvo, el cual se destinada a un limitado número de equipos de impresión con tecnología SLS. Aún así, representa un material de uso bastante técnico y algo costoso. Generalmente se utiliza por un sector industrial muy exigente, por ejemplo en la industria del petroleo, el gas o la aeroespacial.

«Actualmente, la mayor empresa productora del PEKK es Arkema, creándolo especialmente para la impresión 3D. Puede ser para la sinterización de polvos o para la extrusión de filamentos. La marca de sus productos es PEKK Kepstan®.»

Propiedades del PEKK

Fue en el año 1988 cuando Dupont desarrolló y comercializó   el PEKK por vez primera. Fue primeramente dirigido al sector aeroespacial. Después, iniciando la década del 2000, la composición del PEKK mejoró gracias a la compañía Oxford Performance Materials, la cual fue adquierda en el 2009 por Arkema. Es muy similar al PEEK, principalmente compuesto de éter y cetona, tal como se aprecia en sus nombres.

Los 2 materiales con un alto rendimiento, se diferencian mayormente por la relación que poseen entre el éter y la acetona. Pues el PEKK posee mayor cantidad de enlances cetónicos, los cuales tienen mayor flexibilidad que los enlaces de éter. Es una característica que logra incrementar la rigidez en la cadena de polímeros, y esto a su vez desencadena un incremento en la temperatura de fusión y transición vítrea. Cabe destacar que la temperatura de transición vítrea no es más que la temperatura en la que el polímero incia su ablandamiento. Tampoco debemos olvidar que la relación entre el éter y la acetona no sería lo único que deiferenciaría a estos dos materiales. Pues, incluso, la posición que guardan sus enlaces cetónica dentro del ciclo aromático pudieran variar. Permitiendo de esta forma una modificaión tanto en la velocidad de la cristalización como en la temperatura de fusión.

Básicamente, el PEKK posee un nivel más bajo de cristalización, por lo que puedes manjarse como los polímeros amorfos. De esta forma le afecta menos el enfriamiento, permitiéndole que se adhiera mejor a la cama, y se evita cualquier deformación.

Algunas propiedades

  • Excelente resistencia ante antaques químicos y la abrasión. Soportando hasta fluidos fuertes como el llamado benceno, el líquido refrigerantes en la automoción.
  • Excelentes propiedades en la estabilidad dieléstrica y de aislamiento. Esto es un factor clave y una enorme ventaja para el sector industrial de la electrónica.
  • No emana humos tóxicos
  • No es un material inflamable.

Principales empresas fabricantes del PEKK para la impresión en 3D

Actualmente, la mayor empresa productora del PEKK es Arkema, creándolo especialmente para la impresión 3D. Puede ser para la sinterización de polvos o para la extrusión de filamentos. La marca de sus productos es PEKK Kepstan®.

También contamos con LEHVOSS, un grupo que trabaja en desarrollar gránulos especiales para la creación de filamentos. Recientemente han lanzado el LUVOCOM 3F PEKK 50082 NT, disponible en gránulos.

La compañía KIMYA de origen francés también ofrece el PEKK-A. Otras empresas como 3D4Makers, 3DXTech o Nanovia, también poseen sus productos.

En cuanto a los costes, tenemos que fácilmente llega a los 400 euros una bobina con 500 gramos. Y si este filamento posee refuerzo con las fibras de carbono, la bobina puede alcanzar los 500 euros.