A pesar de las grandes diferencias que sostienen entre las tecnologías SLA y FFF (FDM), ambas pueden, perfectamente, trabajar de forma complementaria. Esta asociación de tecnologías es altamente beneficiosa para cualquier desarrollo o ejecución de un proyecto.
Dentro de la impresión 3D, la tecnología SLA es perfecta para el desarrollo de modelos conceptuales con un alto nivel de detalle. Es decir, es perfecto para la creación de prototipo completamente funcionales.
Continuando con el proceso, en la etapa de la fabricación, tanto la SLA como la FFF pueden utilizarse para la creación de plantillas, los accesorios y cualquier herramienta. Siendo la FFF la tecnología mayormente preferida para la fabricación de elementos grandes, pero, con cierto grado de simpleza. Por otro lado se tiene que SLA es la tecnología que más se adecua para la fabricación de piezas bastantes complejas. Así como para herramientas con alta precisión.
Por esto cada sector debe entender las diferencias que existen entre ambas tecnologías, y así lograr la optimización para sus proyectos. Pero, además, las empresas deben saber y entender, sus similitudes y la manera de complementarlas. En la entrega anterior hablamos de las grandes diferencias existentes entre la SLA y la FFF. Ahora pasemos a hablar de cómo logran complementarse ambas tecnologías
«Los equipos de impresión 3D que trabajan con la FFF o con la SLA, cuentan con algunas características similares y normalmente son complementarias (…) Por ejemplo, prototipos realmente rápidos y a un coste muy bajo, que a su vez se combinan con piezas funcionales con alta calidad.»
¿De qué manera podemos aprovechar a ambas tecnologías?
Los equipos de impresión 3D que trabajan con la FFF o con la SLA, cuentan con algunas características similares y normalmente son complementarias. Son muchas las empresas que se encuentran invirtiendo en las dos tecnologías, lo que es prueba fehaciente que la industria no siempre va contra la creencia más popular. Pues, la inversión que se realiza en estas tecnologías es debido al beneficio que ambas pueden otorgarles. Por ejemplo, prototipos realmente rápidos y a un coste muy bajo, que a su vez se combinan con piezas funcionales con alta calidad.
Third Thumb
Cómo ejemplo se encuentra Third Thumb, un proyecto de Dani Clode en conjunto con el Instituto de Neurociencia Cognitiva de la University College London y su The Plasticity Lab. Se trata de una especie de prótesis del pulgar que se controlada por el mismo pie de quien la usa. Tiene por objetivo aportar una mayor facilidad en el uso y control de las soluciones de prótesis.
En esta prótesis, el pulgar se encuentra conformado por piezas creadas por impresión 3D con FDM y SLA. Clode nos explica que, el propio pulgar se encuentra fabricado con poliuretano termoplástico flexible e impreso en 3D bajo la tecnología FDM. Y posee un bajo relleno. Es verdad que se hace un poco difícil el trabajo con el material FDM flexible. Pero, realmente es la opción ideal, hasta los momentos, para la fabricación del pulgar, además, le otorga fuerza y ligereza.
Los demás dedos fueron fabricados con impresión 3D pero con tecnología SLA, en un equipo de impresión Formlabs. ¿Cuál fue la razón? Porque era necesario el uso de un materia de alta resolución y flexible, que se adhiriera bien y que poseyera una excelente forma. Es magnífica su capacidad de adherirse a otros tipos de materiales, muy diferente de la conocida silicona. Y la tecnología SLA es la única con la capacidad de lograr las complejas conexiones internas necesarias para el control del pulgar.