Actualmente, cada vez son más las industrias y sectores en general, que se han sumergido en la revolución de la fabricación aditiva. Hemos sido testigos de la impresión 3D en el sector construcción y hasta en elementos de seguridad como llaves. Esta tecnología novedosa les ha traído significativas ventajas en cuanto a los costes, la productividad, la personalización del producto y hasta la reducción en los plazos de elaboración. Así tenemos que, la odontología no ha escapado de esta tecnología de vanguardia. Y desde hace algún tiempo, la impresión 3D le ha facilitado poder entregar una solución adaptada a cada uno de los pacientes.
La compañía QY Research, especialista en los informes de investigación del mercado, indicó que la tecnología de la impresión 3D podrá tener un gran crecimiento dentro del sector de la odontología. Alcanzando un promedio de 930 millones de dólares para el año 2025, que significaría una tasa del 17% en el desarrollo anual. Realmente, esto refleja un gran incremento de la aplicación de la fabricación aditiva, causado por el constante desarrollo de nuevos materiales y tecnologías 3D.
«Los laboratorios para prótesis dentales y los consultorios dentales (…) trabajan juntos en la creación personalizada de los diversos dispositivos dentales, como las coronas, los puentes y los alineadores.»
Es que, la impresión 3D dentro de la industria dental conlleva el uso de diversas técnicas como el sinterizado directo de metal o la estereolitografía. Así como una gran gama de materiales en cada una de sus aplicaciones. Entre los que se encuentran metales, plásticos y las resinas. Definitivamente, la impresión 3D en el área dental ha sido una tecnología facilitadora en la creación de coronas, prótesis dentales, alineadores y hasta de guías quirúrgicas. Creaciones adaptadas de manera muy precisa a cada paciente.
La industria Dental
La Industria Dental se divide básicamente en dos sectores: Los laboratorios para prótesis dentales y los consultorios dentales. Los dos trabajan juntos en la creación personalizada de los diversos dispositivos dentales, como las coronas, los puentes y los alineadores.
¿Y cómo es el proceso tradicional?
Bueno, de manera tradicional, primeramente el dentista toma la impresión de la dentadura del paciente. Para enviarla luego al respectivo laboratorio donde se elaborará el dispositivo, normalmente de yeso. Después en paciente deberá tener una nueva cita, no garantizándole que el dispositivo se le adapte a la primera vez. Como se ve, es un proceso que conlleva algunos días, descontando el viaje del dentista al laboratorio y viceversa. Se vuelve un procedimiento bastante largo y costoso, sin garantizar la precisión. Pero esto ha cambiando con la tecnología de la impresión 3D, pues, además de acelerar el procedimiento, se garantiza plenamente la precisión para cada paciente.
La odontología y la impresión 3D
La fabricación aditiva en la industria dental incluye diversas tecnologías 3D y la selección de una u otra depende básicamente de la aplicación deseada. Entre las tecnologías se encuentra la fotopolimerización, el sinterizado selectivo, y la deposición fundida.
Cada uno de estos procesos presentan ventajas y por supuesto sus desventajas. Por ejemplo, la tecnología de Modelado por Deposición fundida FDM tiene la capacidad de producir piezas a un bajo coste, a solo algunas decenas de céntimos. Además, no necesita el proceso post-impresión. Pero, viendo la FDM desde otro punto de vista, es una tecnología en la cual, la precisión, los elementos de biocompatibilidad y la velocidad no están presentes. Así que, es una tecnología que será usada para la producción de modelos para la ortodoncia dental, que luego serán utilizados en los alineadores (blanqueo, alineación y compresión).
Hoy en día, ya existen soluciones biocompatibles en el área dental a través de la impresión en 3D con el PEEK (poliéter éter cetona). PEEK es excelente material, ligero y fuerte a la vez brindando comodidad al paciente. La prótesis de este material se elabora sin metal, y el sabor será totalmente neutral.